Tras la última lesión de Iniesta, Luis Enrique anduvo buscando inquilino para ocupar el vacío que dejaba el manchego. Ahora, con su recuperación, debe buscarle un socio al mago de Fuentealbilla. Con la sanción de Rakitic y las ambiguas actuaciones de André Gomes, quizás haya llegado el momento para el bueno de Denis Suárez. Analicemos al jugador y el contexto al que llega.
El gallego de Salceda de Caselas llegó este verano con la ilusión de triunfar en Can Barça. Su paso por el Barça B de Eusebio y su experiencia con Emery y Marcelino debían facilitarle el camino. Él mismo se definió como interior a su llegada y los técnicos sabían de su potencial, pero la competencia ha sido brutal en su posición y ha jugado menos de lo esperado, incluso sin llegar a explotar sus mejores virtudes cuando lo ha hecho.
Sabemos que es un jugador que tiene pase, desborde, juego asociativo… un futbolista con ADN Barça que posiblemente se adaptaría como un guante al juego de posición. El problema es que es su propio equipo el que no termina de definirse, desplazando cada vez más su centro de gravedad desde el mediocampo hacia la delantera. El Barça actual cocina menos las jugadas, no domina el tempo del partido como antes, se apresura demasiado en finalizar… Quizá estamos en una coyuntura en la que es posible que ocurra una nueva mutación de Messi, puede que la última del astro argentino, hacia la posición que últimamente desarrolla en el campo, el futbolista total. Eso llegará más pronto que tarde, pero Leo, en su viaje, necesita de nuevos socios. Y es ahí donde aparece la oportunidad para el gallego. Repasemos su trayectoria esta temporada.

Reparto de minutos de Denis Suárez en las posiciones de interior y relación de minutos jugados junto a Iniesta y Messi
Denis Suárez ha sido utilizado por Luis Enrique en 16 de los 22 partidos oficiales disputados hasta ahora. Sin debutar en Europa, reparte sus minutos en ambos interiores, siendo el derecho el más habitual (10 apariciones, 324 minutos), aunque con menos minutos que en lado izquierdo, donde ha disputado 468′ en siete ocasiones. Con la primera lesión de Iniesta, aprovechó la oportunidad que le dio el mister para realizar buenos partidos. Frente al Betis en casa y en la visita a San Mamés disfrutó de momentos brillantes, tanto en lo individual como en lo colectivo. Asociándose en la base de la jugada, intercambiando alturas con el lateral o el extremo, con llegadas de segunda línea o asistencias medidas, ofreciéndose entre líneas a espaldas de la presión del rival o incluso limpiando la diagonal con movimientos de arrastre leídos sabiamente por el rosarino y el resto de compañeros.
Fueron sus mejores momentos, pues su aportación iría de más a menos. Con la primera recuperación del manchego, sus actuaciones fueron por la derecha y partiendo desde el banquillo. Ya en el último tramo, ha repartido sus apariciones en ambos flancos sin llegar a ser un jugador determinante o diferencial.
Pero ahora se le abre un nuevo horizonte definido por la ausencia de rivales en disputa por un puesto en el once, ya sea por sanciones o momentos de baja forma (Rakitic, Arda, Gomes…). Con Iniesta de nuevo al mando y con un Leo más interior-creador en la sala de máquinas, el gallego puede encontrar su sitio partiendo desde el interior derecho y aprovechando todo el terreno que libera Messi en la banda.

Posible movimiento de Denis Suárez para ocupar el espacio liberado por Messi
Cuando esto pasa, que es cada vez más a menudo, el Barça genera un espacio que generalmente no es ocupado, o no se termina de hacerlo. Messi baja al centro del campo buscando asociarse, dando la pausa que el equipo necesita, pero liberando un vasto espacio que Sergi Roberto no puede ocupar durante los noventa minutos. El gallego puede alternar dicha posición con el de Reus, dando apoyo a Leo en la base, mientras el lateral está profundo, cubriéndole las espaldas a ambos; o bien, jugar más abierto si el equipo así lo pide, dando una anchura necesaria ante el posicionamiento defensivo del rival.
Denis Suárez es capaz de ambas cosas. Asociativo en la creación, táctico en el posicionamiento. Solo hace falta que Luis Enrique dé con la tecla que termine por reajustar el nuevo funcionamiento del carril diestro blaugrana. El gallego es un claro aspirante a dicho rol y, tanto Iniesta como Messi, lo saben…