Tras su firma como el nuevo patrón de la nave blaugrana, la llegada de Luis Enrique parece la más idónea para devolver optimismo e ilusión a todos los aficionados culés. Además, será el encargado de la reconstrucción de una plantilla muy mermada anímica y físicamente pero fácilmente reconducible a la senda de los éxitos. El asturiano mamó la filosofía Barça como jugador y entrenador y suma un compromiso y un carácter ganador que lo convierten en el candidato ideal para llevar al FC Barcelona de nuevo a lo más alto del fútbol mundial.
1. El vestuario vuelve a tener un líder
Después de dos temporadas difíciles, una por la enfermedad de Tito Vilanova y otra porque el recurso del Tata Martino resultó ser un parche de emergencia, no se ha podido consolidar un proyecto sólido y convincente. Pero, con la llegada de Lucho se cierra este periodo y se asientan unas bases que se pretenden fructíferas y duraderas. En su presentación, transmitió un mensaje cargado de optimismo e ilusión, se calificó de «siempre positivo», y aseguró que el entrenador es un líder. Y el mismo reúne todas las características para serlo. Por su historial, por su ambición, por su carisma y determinación que le convierten en un referente admirado por el barcelonismo. Y le pedirá a sus jugadores el mismo compromiso con esta camiseta que defendió de forma ejemplar. Bienvenido de nuevo a casa, Lucho!
2. La cultura del esfuerzo
Hay palabras, sobre todo últimamente, que nos dan envidia a todos los culés. Esfuerzo, trabajo, compromiso… nos hemos acostumbrado a que nos vendieran la película del ADN Barça, el estilo innegociable o eso tan manido como que corra el balón. Con Luis Enrique al frente, todo esto va a cambiar. Dicho estilo tan innegociable para unos como caduco para otros, dejará de ser una excusa para no correr, para no defender, para que el trabajo fuera el mínimo y que algunos pudieran mantener su privilegiado status sin tener que ganárselo, llámese Gerard, Xavi, Andrés o Leo… Desde su «andamio», Lucho les va a obligar a entrenar duro, «me gusta que el jugador termine el entreno cansado», ha dicho. Con él se cumplirá una máxima en el fútbol, se juega como se entrena, y el asturiano los va a llevar al límite. El Barça ganará en intensidad y capacidad física, pues ya no podemos ganar sólo con talento. Exigirá trabajo a todos. Sacrificio, entrega, compañerismo… todos atacamos y todos defendemos. Si a esto le sumamos la calidad individual, seremos de nuevo imparables. Porque Lucho lo que quiere es un equipo de grandes jugadores, no grandes jugadores en un equipo…
3. El estilo de juego
Luis Enrique apuesta por el fútbol ofensivo, ese mismo que compartió con Guardiola, su compañero y capitán cuando llegó al club como jugador y, más tarde, como técnico del filial, pues Pep mandaba en el primer equipo y dictaba las líneas maestras para mantener la filosofía de juego con los chavales que ascendían de la Masía. Lucho consiguió ascender a Segunda al filial, para más tarde firmar la mejor campaña dejando en tercer lugar a «su» Barça Atlétic. Por tanto, su currículum le avala como candidato para perfeccionar y/o evolucionar el estilo del Barça. Da igual si es un 4-3-3 o un 3-4-3 o jugar con nueve puro. Hay que enriquecer la propuesta para dejar de ser predecibles. «Jugaremos al ataque, con la intención de ser atractivos y efectivos, el fútbol que identifica al Barça y que ha enganchado a millones de personas». Puede ser continuista en todo aquello que sea necesario, no tiene deudas con nada ni con nadie y aplicará su método para llevar al grupo a conquistar los objetivos.
4. Salvar al Soldado Messi
Uno de los grandes retos de Lucho será recuperar la mejor versión del rosarino. Tras la aciaga temporada llena de lesiones, persecuciones varias e incluso leves reproches desde la grada, empieza una etapa en la que de nuevo será la piedra angular del proyecto. Superado el escollo de la mejora de contrato, Messi volverá del mundial sabiendo que el mister le espera con los brazos abiertos para liderar el equipo. Pese a que los números de la pulga no han sido los mejores este año (46 partidos disputados, 41 goles y 15 asistencias) no dejan de ser buenísimos, pero con el rosarino venimos de la excelencia y todos esperan lo mejor de él, que se supere año tras año. Pero Leo también es humano, aunque sus últimos cinco años digan lo contrario. La misión de Lucho será rescatarlo de esa mediocridad con la que ha terminado la temporada rodeando al argentino de jugadores que realcen su juego y su liderazgo sobre el campo. Es el mejor jugador del mundo y debe de continuar siéndolo.
5. Renovación de la plantilla
Tras varios veranos con los deberes por hacer, llega el momento de hacer en un par de meses lo que no se ha hecho en tres años. La renovación será profunda y son pocos los intocables para el de Gijón. En la portería será completa, tras el adiós de Valdés y la despedida de Pinto y Oier Olazábal. Ya ha llegado Ter Stegen, se ha subido al primer equipo a Masip procedente del filial y se espera un tercer portero veterano y conocedor de la liga. De la terna entre Bravo, Caballero y Keylor Navas puede salir el escudero del alemán. En la defensa habrá caras nuevas, donde siguen destacando los nombres de Cuadrado, Marquinhos o Benatia. Deben llegar dos centrales, uno de ellos corrector y el otro a ser posible más polivalente, pero ambos deben ser de calidad contrastada. Con la llegada de un medio fuerte, potente y técnico, que pueda ser complemento de Busquets e incluso sustituirlo (Pogba, Vidal, Kroos…) y un nuevo jugador de ataque que aporte un plan B (Llorente, Mandzukic…) casi habríamos terminado. Pero el verano en las oficinas del club se avecina más que movidito y la lista de altas y bajas puede ser elevada. Tal y como va el mercado, el nuevo Barça de Luis Enrique puede ser algo así:
Lo que está claro es que la llegada de Lucho a Can Barça es la primera piedra del nuevo proyecto, un nuevo ciclo que arranca con toda la ilusión de devolver al equipo al camino del éxito, de los títulos, del buen juego… Cantera, Messi, fútbol de ataque, cultura del esfuerzo, posesión de balón, fichajes acertados, ilusión, compromiso es lo que trae el asturiano. Y es también lo que todos los culés queremos y deseamos para este nuevo Barça de Luis Enrique.
VISCA EL BARÇA!!!
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