Si alguna vez cuentan mi historia
diles que fuimos leyenda,
cuéntales que un grupo de gigantes
capitaneados por un rey chileno
hicieron soñar a una ciudad.
La ciudad donde el Sol
en lugar de ser amarillo
se viste de azul y blanco,
donde los corazones laten
al son de la Bombonera,
donde el río y las montañas
arropan un campo lleno de rosas,
donde la Alameda y la calle Larios
se engalanan con el azul del mar
y el blanco de sus casas,
mientras la fuente de Las Tres Gracias
observa a lo lejos el latir de una ciudad grande…
Grande como el equipo que lleva su nombre,
que en cada partido nos han regalado
ilusión en época de desesperanza,
que nos han hecho disfrutar en cada gol,
en cada pase y en cada parada,
como si en esos 90 minutos el mundo
solo girara al ritmo de los cánticos de la afición,
una afición tan grande como su equipo.
Si alguna vez cuentan mi historia
diles que tuve el honor de vivir
en la misma época que Isco, Joaquín, Caballero,
Demichelis, Duda, Eliseu, Weligton, Toulalan,
Baptista, Iturra, Jesús Gámez, Sebas,
Sergio Sánchez, Antunes, Camacho,
Pedro Morales, Portillo, Lucas Piazón, Santa Cruz,
Kameni, Onyewu, Lugano, Saviola…
Diles que caminé entre GIGANTES!