El proyecto de Luis Enrique arrancó hace dos temporadas con muchas caras nuevas. Debido a la sanción FIFA que nos impedía reforzarnos en los siguientes mercados, se intentó renovar la plantilla a fondo, planteando un proyecto a dos años vista. El primer año fue un rotundo éxito, rubricado por el segundo triplete de la historia del club. Sin embargo, la segunda campaña ha sido evidente la falta de recambios para un once de gala exprimido hasta la extenuación.
Haya sido por las bajas importantes (Xavi, Pedro), las lesiones de más o menos gravedad (Rafinha, Messi), el bajo rendimiento de algunos (Turan, Adriano) o la falta de confianza del mister en otros (Bartra, Aleix Vidal, Douglas…), lo cierto es que el asturiano ha utilizado apenas 13-14 jugadores prácticamente durante todo el año. Si en su primer proyecto realizó la pretemporada que quiso (casualmente, como este año) añadiendo estudiadas rotaciones los primeros meses de competición, lo cual le llevó a tener en perfectas condiciones físicas y mentales a toda la plantilla justo en el momento que se lo jugaba todo… este año no ha podido repetir su plan.
Ni pretemporada, ni rotaciones, ni recambios competentes para un once de lujo que a punto estuvo de perderlo todo, pero que en un arrebato de casta, se apretó los machos y conquistó un doblete que supo a gloria.
Por tanto, el trabajo del nuevo secretario técnico del club, Robert Fernández, debía ser fortalecer la masa muscular del grupo, renovar el fondo de armario y formar una segunda unidad de garantías para poder dar descanso a una de las mejores plantillas de la historia del club. Los culés sabemos que es muy difícil mejorar los primeros espadas, pues la mayoría de ellos son de los mejores del mundo en su posición, pero la llegada de caras nuevas, a falta de la arribada del cuarto delantero, servirá para redondear una plantilla impresionante, nuevamente capacitada para pelear por todos los títulos.
Si analizamos la cantidad de minutos de cada jugador, partidos disputados y convocatorias de cada uno de ellos, las cifras nos demuestran que los integrantes del once titular jugaron prácticamente todos los minutos, sin apenas margen para las rotaciones debido a lo expuesto anteriormente:

Porcentaje real de minutos disputados. Temporada 2015/16
En la mayoría de partidos, el técnico apenas realizó cambios sustanciales en el conocido once de Berlín. Salvo el caso de la portería, con Bravo y ter Stegen alternándose la titularidad, los diez jugadores de campo más un par de comodines (Sergi Roberto, Mathieu…) lo jugaban absolutamente todo. De hecho, hubo muchos partidos en los que el mister ni siquiera miraba hacia su banquillo. Mientras que la MSN seguía devorando registros, la terna de la sala de máquinas devoraba minutos, al igual que los defensores. Todos ellos tuvieron un porcentaje superior al 70% de minutos reales de competición, cálculo derivado de dividir los minutos totales disputados por el número de convocatorias y no por el total de partidos posibles (62).
Por ejemplo, el caso más claro es Leo Messi. Se perdió parte de la temporada por la lesión de rodilla, pero aun así fue convocado en 49 de los 62 partidos disputados, jugando el 96% de los minutos posibles. Otra vez el número uno. No me canso de decirlo. Messi es D10S y no hay nada más que decir…
Si computamos todos los datos y realizamos un ranking con todos los jugadores que disputaron un mínimo de diez partidos, el resultado es éste:
Los primeros lugares corresponden al once tipo, como no podía ser de otra forma, mientras que si avanzamos en el ranking el peso específico del jugador va cayendo en picado, hasta llegar al final de la tabla con los papeles residuales de Douglas o Masip.
Con la llegada de los nuevos fichajes, el mister dispondrá de más alternativas y podrá disponer las rotaciones que crea necesarias, en busca del bien común, que no es otro que llegar en plenitud de facultades cuando se juega lo importante. A esto hay que sumar, como ya comenté en mi anterior artículo sobre la polivalencia de la plantilla, las múltiples posibilidades que tiene el mister a su disposición.
Si el reparto de minutos es el esperado, el mapa de calor de los jugadores de la plantilla para este año puede ser muy parecido a éste:
En el cual, podemos adivinar que la lucha por los minutos, en algunas posiciones, será encarnizada. En otras, la vida seguirá casi igual, pero es que tampoco es necesaria una revolución, sino un reparto más equitativo de los minutos, lo que beneficiará en una mejora global de los recursos tácticos y humanos, en pos de conseguir los objetivos.
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FORÇA BARÇA!!!