La nueva versión del astro argentino ya está aquí. Sólo han hecho falta cinco o seis partidos para revelarnos el nuevo rol que le tiene preparado Luis Enrique este año, un Leo mucho más generoso, participativo y luchador. Pero, sobre todo, un Leo mucho más asistente que goleador, hacia donde se dirige la evolución de su fútbol, algo más retrasado en el campo pero igualmente decisivo. Es la nueva versión del mejor jugador del mundo…
Para empezar, intentaremos descifrar los cambios tácticos que se empiezan a adivinar en este comienzo de curso. Desde que arrancara su participación en pretemporada en el Trofeo Joan Gamper, donde fue designado MVP del partido, ya intuíamos al rosarino con chispa, velocidad, ilusión y ganas por volver a disfrutar de lo que mejor sabe hacer.
Según parece, la libreta de Lucho está llena de nuevas ideas para, como él mismo dice, dejar de ser previsibles. Y la nueva posición de Messi es una de ellas. A partir de este año, el rosarino retrocede dos pasos su situación en el campo, formando un triángulo con los dos nuevos delanteros, que dejan de ser extremos. Esto es una solución a lo que muchos analistas llamaban la jaula de Messi, en la que el astro argentino se veía rodeado de 4 ó 5 rivales en su zona de influencia, limitando sus recursos, los propios y los del equipo, consiguiendo los rivales frenar el juego arrollador al que nos tenía acostumbrados.
A partir de ahora, Leo retrasará unos metros en el eje del ataque para que centren la posición sus dos compañeros, Neymar por izquierda y Luis Suárez por derecha, atrayendo la atención de los centrales. Esto, sumado a las incorporaciones de los laterales, este año también con un nuevo rol más avanzado, que obligan a sus homónimos rivales a no abandonar su zona. Si el rival optara todavía por sumar efectivos alrededor de Messi, serían los nuevos interiores (Rakitic e Iniesta) los que aprovecharían los pasillos interiores. Si dichos interiores rivales se preocupan de los nuestros… hay encontrará el espacio el rosarino, con total libertad de movimientos por todo el frente de ataque, un todotrecuartista, ampliando su radio de acción y desplegando su mágico repertorio de asistencias letales, precisas, casi quirúrgicas, que aprovechará el compañero libre de marca. Gracias a Messi, como bien dice mi amigo @Messiadictosnet en su blog personal, “el dictador más generoso de la historia”, donde podéis visitarlo en http://www.messiadictos.net/?p=124 el equipo seguirá siendo letal para las defensas rivales, pues las variantes ofensivas son numerosas, consiguiendo así el reto de ser imprevisibles, una de las máximas de Lucho para su nuevo Barça, todavía en construcción.
Y para demostrar que el nuevo Messi será tanto o más letal en ataque que como en años anteriores, me he permitido hacer una recreación de una posible temporada del crack argentino, sin temas extradeportivos ni lesiones graves que le alejen de su nivel de juego habitual, proyectando su cifra de goles más asistencias, según su arranque de temporada, para obtener un resultado aproximado de lo que puede ser una temporada al más alto nivel. Lo compararemos con la media de las últimas temporadas, concretamente desde su eclosión con Pep Guardiola en 2008, el año del triplete. Para ello, haremos la proyección con la media de partidos jugados (55) de las seis campañas anteriores. Si Leo ha sido capaz de marcar tres goles y repartir seis asistencias en cinco partidos oficiales, la comparativa quedaría así:
Podemos comprobar, según el gráfico que he confeccionado con los datos de la web www.messiestadisticas.comeze.com que Leo Messi estaría muy cerca de su mejor año, en la temporada 2011/12, en la que consiguió 73 goles y 37 asistencias, sumando un total de 110 intervenciones decisivas ante el marco rival. Este año, con una proyección de 33 goles (44 si no hubiera fallado el penalty) y 66 asistencias, la cifra sería de 99, segunda marca personal y que le devolvería al genio silencioso, el trono de rey del fútbol, como mejor jugador de la historia que es y será por siempre.
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VAMOS BARÇA!!! VAMOS LEO!!!
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