El nuevo ídolo de la afición blaugrana debe aprovechar este momento para demostrar que llegó a Can Barça para ser un jugador determinante y ayudar al grupo en este final de año a ganar todo lo que queda hasta el parón navideño.
Su momento ha llegado. Llega fresco física y mentalmente, pues tras descansar en el estreno copero, llegará al duelo europeo del miércoles tras diez días sin competir. El equipo necesita de su mejor versión, con desequilibrio, habilidad, velocidad, regate y gol… para dejar atrás las dudas del juego del equipo que dejaron las derrotas en Ámsterdam y Bilbao. El estado físico de algunas vacas sagradas como Xavi e Iniesta, la dificultad del Tata Martino para encontrar una defensa sólida, ya sea por las lesiones o la baja forma de algunos (Mascherano) y la inevitable messidependencia hasta enero no le plantean un escenario ideal para conseguirlo.
Pero a su favor juegan un par de factores importantes. El primero de ellos es el regreso de Jordi Alba al once titular, gran noticia para todos los culés y, en especial, para el propio Neymar, con el que se compenetra bastante bien sobre el césped. Ambos podrían formar una tripleta de ensueño junto a Iniesta si el genio de Fuentealbilla demostrara todo su potencial con el que nos deleita habitualmente, pero don Andrés debe dar también un paso adelante y destapar su tarro de las esencias, pues solo lo ha hecho con cuentagotas y todavía no hemos visto todo lo que es capaz de hacer.
El segundo de los factores es el calendario favorable que tiene el Barça hasta final de año. Cuatro partidos (Celtic, Villareal, Cartagena y Getafe) de los cuales los tres próximos serán en el Camp Nou. El primero de ellos, frente a los escoceses, determinará ser primero de grupo en la Champions, algo imprescindible para obtener el factor campo en el duelo de octavos. El segundo, posiblemente el más difícil de los cuatro, es frente a la revelación de la liga, pues el conjunto de Marcelino es un recién ascendido que coquetea con los puestos europeos y realiza un futbol vistoso y eficaz. El tercer duelo, casi intrascendente, será la vuelta copera frente al Cartagena, eliminatoria ya decidida con el resultado de ida. Por último, el duelo ante el Getafe en liga, último partido del año que debe refrendar al equipo como primero en la competición doméstica, ya que los rivales de la capital aprietan en la clasificación y no dejan al equipo con margen de error.
En resumen, para comernos tranquilos los turrones, el crack brasileño y todos sus compañeros deben cerrar el año contando los partidos por victorias, ya que para la vuelta de vacaciones se espera al mejor Leo Messi para aspirar de nuevo a ganarlo todo. Pero eso es otra historia…
VAMOS BARÇA!!!