30º Liga. Iberostar Estadi (Palma de Mallorca)
Mallorca 0 – 2 FCB (Messi, Piqué)
Fieles a su estilo. Con casta de campeón. Así ganó el Barça de Pep un nuevo partido de esta liga emocionante, espectacular, aunque tambien adulterada, que estamos viviendo. A este Barça ya no lo para nadie. Ni los árbitros, ni un césped terrible, ni cualquier rival que se le ponga por delante. Desde aquí os digo que este equipo va a ganarlo todo, va a luchar la liga hasta el final y obligará al líder, que volvió a ganar, a no cometer más errores, pues al siguiente pinchazo les daremos caza arrebatándoles una liga que ya tenían ganada.
Con valentía desde el principio. Pep Guardiola apostó por el 3-4-3 ante la ausencia de sus laterales titulares (Alves y Abidal), con un centro del campo de jugones, dos extremos abriendo el campo y Messi con total libertad para hacer lo que mejor sabe, ser simplemente el mejor. Pero el equipo de Caparrós salió bien plantado y nos lo puso muy difícil desde el principio. Con un césped en unas terribles condiciones (casi peores que el abandonado Lluis Sitjar) el Barça no conseguía imponer su ritmo ni su juego de toque. Pero, tras una primera media hora igualada, el Barça tuvo la fortuna de adelantarse en el marcador con una falta botada por Messi, que en un principio pareció rematar Alexis, pero que significaba el gol 35 en esta liga para el de Rosario. Lo más difícil estaba hecho, abrir la lata. De aquí hasta el descanso pudimos aumentar el marcador, gracias a un genial pase de Thiago a lo torero que Leo no pudo materializar o un trallazo de Alexis que escupió el larguero (otra madera más y van no se cuántas).
Fieles a un estilo. Tras el descanso, el Barça se encontró una vez más con la ayudita arbitral de todos los días. Una mano inexistente de Thiago, que estaba cuajando un buen partido, nos dejaba con diez injustamente. Con un campo irregular y ante un rival crecido, el Barça sufrió las acometidas del equipo bermellón pero aguantó. Pep dio salida a Montoya y Keita. Volvíamos a defensa de cuatro. Había que apretar los dientes y ponerse el mono de trabajo.
Con casta de campeón. Pero este Barça ya sabemos que está hecho de otra pasta. De una pasta especial que a buen seguro abunda en las entrañas de la Masía. Y surgió la casta del campeón, del que no se rinde jamás. Fiel a su filosofía el equipo se repuso a la expulsión, al mal estado del césped, al empuje de un equipo en superioridad, al error arbitral de turno y a lo que sea. Jugando con diez, conseguimos ser superiores al Mallorca y ampliar la ventaja con el segundo gol de Piqué, tras remate una vez más de Leo al poste. Ahí estuvo Piquenbauer para sentenciar el partido y esperemos que para recuperar la confianza y volver a ser el mejor central del futuro, pues casta y genes no le faltan. Ahora, la Champions…
VAMOS BARÇA!!!
PD: Vuelvo a mi estilo de escritura guardiolano, humilde, respetuoso y fiel a mi equipo, pero a la más mínima que sienta que nos intentan robar los poderes fácticos manejados por los hilos de la central lechera, desde aquí lo DENUNCIARÉ…